"Maestro" era el término con el que mi padre se dirigía a los hombres con los que se iba encontrando en su camino si desconocía sus nombres.Mi padre era de conversar y las personas con sus historias le fascinaban.
Yo crecí pensando que, excepto mis tíos, mis abuelos, el panadero, algunos amigos muy queridos de mis padres, Dieguito el de la tienda de comestibles y unos pocos hombres más que conformaban mi paisaje social eran "Maestros".
Cuando me hice mayor y comprendí que era solo una costumbre y que tampoco eran "Jefes"aquellos otros hombres a los que llamaba asi por desconocer su nombre me sentí orgullosa de mi proeza cognitiva. Hoy, con bastantes años más y con la nostalgia de su recuerdo me vinieron a la cabeza escenas de cuando él andaba aún por aquí y confirmo una vez más su sabiduría y peculiar forma de andar por el mundo.
!Caramba Domingo! Ciertamente todos los hombres y mujeres que nos vamos encontrando a nuestro paso y aquellos que durante nuestro trayecto nos encontraremos son nuestros " maestros" y me gusta sentirlo así. Algún que otro jefe habrá, pero incluso ellos, los jefes, también pudieran ser nuestros maestros.Uno siempre decide.
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