Aprendo de los errores y doy gracias por mi crecimiento.
Los
errores son parte de la experiencia humana de aprendizaje. Puede que
diga cosas que ofendan a los demás. También, puede que otros hagan o
digan cosas que me hieran. Cuando aprendo a ver los errores como
lecciones, con compasión y perdón, puedo dejar ir los resentimientos y
avanzar.
No permito que el error aumente su impacto guardando rencores o permitiendo que la negatividad se asiente. No condeno ni avergüenzo —ni a los demás ni a mí. Por el contrario, utilizo la herramienta del perdón.
Perdono cuando me doy cuenta de mis sentimientos, libero la necesidad de castigar o de tener razón y dejo ir. Aprovecho la oportunidad transformativa que ofrece el error humano y doy gracias por mi crecimiento.
No permito que el error aumente su impacto guardando rencores o permitiendo que la negatividad se asiente. No condeno ni avergüenzo —ni a los demás ni a mí. Por el contrario, utilizo la herramienta del perdón.
Perdono cuando me doy cuenta de mis sentimientos, libero la necesidad de castigar o de tener razón y dejo ir. Aprovecho la oportunidad transformativa que ofrece el error humano y doy gracias por mi crecimiento.
Jesús dijo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.—Lucas 23:34
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