El alma necesita amor con tanta
urgencia como el cuerpo necesita oxígeno. El alma alcanza su plenitud en
la calidez del amor. Todas las posibilidades de tu destino humano
duermen en tu alma. Existes para cumplir y honrar estas posibilidades.
Cuando el amor entra en tu vida, las dimensiones ignotas de tu destino
despiertan, florecen y crecen. La posibilidad es el corazón secreto del
tiempo. Sobre su superficie exterior, el tiempo es vulnerable a la
transitoriedad. Cada día, triste o bello, se agota y se desvanece. En su
corazón más profundo, el tiempo es transfiguración. Tiene en cuenta la
posibilidad y se asegura de que nada se pierda u olvide. Aquello que
parece desvanecerse en su superficie, en realidad se transfigura y
aloja en el tabernáculo de la memoria. La posibilidad es el corazón
secreto de la creatividad. Martín Heidegger habla de la «prioridad
ontológica» de la posibilidad. En el nivel más profundo del ser, la
posibilidad es la madre y a la vez el destino transfigurado de lo que
llamamos hechos y sucesos. Este mundo callado y secreto de lo eterno es
el alma. El amor es la naturaleza del alma. Cuando amamos y permitimos
que se nos ame, habitamos cada vez más el reino de lo eterno. El miedo
se vuelve coraje, el vacío deviene plenitud y la distancia, intimidad.
El amor es nuestra naturaleza más
profunda; consciente o inconscientemente, todos buscamos el amor. Con
frecuencia elegimos caminos falsos para satisfacer esta sed profunda.
La concentración excesiva en nuestro trabajo, logros o búsqueda
espiritual puede alejarnos de la presencia del amor. En la obra del
alma, nuestras falsas urgencias pueden despistarnos por completo. Lejos
de ir en busca del amor, sólo debemos quedamos quietos y esperar que el
amor nos encuentre. Algunas de las palabras más bellas sobre el amor se
encuentran en la Biblia. La epístola de san Pablo a los corintios es
hermosísima: «El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia,
el amor no es jactancioso, no se envanece. Todo lo sufre, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta. Y ahora permanecen la fe, la esperanza
y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor». Otro
versículo de la Biblia dice: «El amor perfecto aleja el miedo».
(Texto extraído de ANAM CARA: EL LIBRO DE LA SABIDURIA CELTA
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