LA CEBOLLA, UN BOTIQUÍN DOMÉSTICO
La fama de la cebolla como alimento depurativo es bien merecida, pero sus propiedades medicinales van mucho más allá. Sus aplicaciones en la salud son múltiples.
Reduce el colesterol, favoreciendo la elevación del colesterol bueno
(HDL) y reduciendo la del malo (LDL), de modo que previene la
arteriosclerosis y mejora la circulación.
Fortalece las vías respiratorias, en particular los pulmones, por lo que es un remedio usado tradicionalmente para acelerar la recuperación de los procesos catarrales.
Es eficaz en las alergias gracias a la quercetina que es un poderosos antihistamínico natural, de modo que consumiendo cebolla regularmente se minimizan los efectos de la alergias primaverales.
Combate las infecciones ya que contiene vitamina C y zinc que son dos nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del sistema inmune.
Es anticancerígena gracias a su gran contenido en prebióticos sustancias que estimulan el crecimiento de las bífidobacterias que mantienen a raya a las bacterias patógenas lo que protege frente al cáncer de colon. También es rica en compuestos azufrados y flavonoides con alto poder antioxidante.
Fortalece las vías respiratorias, en particular los pulmones, por lo que es un remedio usado tradicionalmente para acelerar la recuperación de los procesos catarrales.
Es eficaz en las alergias gracias a la quercetina que es un poderosos antihistamínico natural, de modo que consumiendo cebolla regularmente se minimizan los efectos de la alergias primaverales.
Combate las infecciones ya que contiene vitamina C y zinc que son dos nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del sistema inmune.
Es anticancerígena gracias a su gran contenido en prebióticos sustancias que estimulan el crecimiento de las bífidobacterias que mantienen a raya a las bacterias patógenas lo que protege frente al cáncer de colon. También es rica en compuestos azufrados y flavonoides con alto poder antioxidante.
TOMADO DE:
Elena Corrales Nutrición y Salud
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