Cuando supe de la partida de Galeano por mi amiga
Andrea paisana suya y sabedora de mi admiración
y especial cariño por él se me encogió el corazón.
Le conté que hacía tan solo una semana que mi hija y yo hablábamos
de él. Yo le decía:
―Hay gente que aunque no la hayas visto nuca se te mete en
la vida y durante años es como si fueran tu familia o más, como si fueran parte
de ti. Por ejemplo, - le dije porque ella sabe desde siempre de mi debilidad
por mi contador de historias preferido, por uno de los hombres con más lucidez, congruencia, empatía y
compromiso que he conocido, por un escritor que considero uno de mis grandes
maestros- yo nunca he visto a Galeano
pero si se muriera yo lo voy a sentir mucho, me va a doler, lo voy a
echar de menos, sentiría que el mundo no volvería a ser igual porque le
faltaría algo grande, ¿Lo entiendes?
Creo que, si no lo entendió entonces, hoy al verme llorarlo si lo ha hecho.
Teresa Delgado © 2015
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