El sonido del agua, nos transporta a un estado primigenio eso era lo que nos rodeaba y nos protegía.
El sonido del agua
amortiguó todo sonido estridente mientras nos íbamos erigiendo en un cuerpo
físico. Aún hoy, el agua nos induce a la relajación, el silencio, el
sosiego.
El agua es
el principal elemento presente en nuestro planeta y en nuestro propio
organismo.
El agua, el
principio de vida, transparente o del color de aquello que refleja.
Agua, que sacia
nuestra sed, nos limpia, nos refresca....
Respira
profundamente y siente, que como el agua fluyes, que como el agua llegas a la
más recóndita rendija del mundo, que afloras desde las entrañas de la tierra, o
te precipitas como lluvia o cascada, que te balanceas y enroscas como una ola
apacible o tempestuosa te eriges sobre el inmenso océano.
Que eres
el propósito de una nube y el alivio de la tierra seca.
Que eres gota de
rocío, o una pequeña lágrima...
Que te evaporas y
te vuelves vapor, y desapareces para desapareciendo, volver a ser la lluvia
fresca que fabrica un charco donde un niño es la persona más feliz de este
planeta.
Agua, agua, agua...
Respira profundamente y siente que eres agua.
Teresa Delgado © 2012
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