Es la máxima expresión de amor dar permiso para partir a un
ser al que amamos con todas nuestras fuerzas, de la misma manera para un ser
que se va no ha de ser fácil, vislumbrando ya la maravilla de lo eterno, dejar
atrás a esos seres a los que ama profundamente. Sin embargo cuando eso ocurre
sobreviene un instante extraño, una inmensa paz nos inunda y parece pararse el
tiempo, estamos ante algo que nos sobrecoge y nos emociona, por un momento todo
es perfecto y tiene sentido. Luego llega el dolor de la aparente separación y
comienza el sufrimiento. Decía W. Dyer que no somos seres humanos en búsqueda
de una experiencia espiritual si no que somos seres espirituales eventualmente
en una experiencia humana y creo profundamente que así es y que incluye esta
experiencia humana incluye la de la muerte con todos nuestros sentidos, con
todo nuestro cuerpo y nuestra alma y eso, aunque en el fondo sepamos que
volvemos a casa, duele.
Teresa Delgado © 2015
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