Y llegó el día
en que el riesgo que corría
por quedarse firme
dentro del capullo
era más doloroso
que el riesgo que corría
por florecer.
en que el riesgo que corría
por quedarse firme
dentro del capullo
era más doloroso
que el riesgo que corría
por florecer.
“Y llegó el día” - Anaïs Nin -
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Estar atentos a los cambios dentro y fuera de nosotros, fluir,
aceptar nuestra propia transformación y disfrutar de la belleza que trae
consigo. Ponernos en hora con la madre naturaleza, primaverarnos, otoñarnos, invernar
(nada más sano) y estallar el júbilo del verano. No ir contracorriente.
Atrevernos a SER y ESTAR. Eso también es propiciar salud.
Teresa Delgado © 2011
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