El elefante

 "La Ciudad de Hastinapura, también llamada Ciudad de los Elefantes o Ciudad de la Sabiduría, es la meta conquistar por el buscador espiritual. Algunas culturas han vinculado la figura del elefante como símbolo de Sabiduría pues, a pesar de su aspecto grande y pesado, camina pausadamente. Sus patas no interfieren el sendero de las hormigas. Los ojos del elefante son pequeños, no destacan en relación con su tamaño, y de igual forma, en el Sabio importa poco la visión del mundo externo; pero ¡quién pudiera abarcar lo que ven sus ojos interiores! Las orejas son grandes, acostumbradas a oír mucho, pero también a comprender mucho. Sin embargo, cuando ese apacible elefante oye en la selva el grito de su manada, no hay obstáculo capaz de detenerlo. Entonces corre y arrastra con todo para unirse a esa voz que lo llama. También así obra el Sabio. Cuando la Voz Superior lo llama hacia la elevación, no hay obstáculo en el mundo material que pueda frenar su carrera. Indudablemente, pues, Hastinapura es la Ciudad de la Sabiduría, el Reino que todo hombre y mujer despiertos anhelan y deben conquistar. Esa es la única posesión propia del ser humano, porque no se trata de una sabiduría perecedera, fruto de una cultura determinada. Es el Saber Eterno que no cambia a través del tiempo. Es lo que conforma la esencia de todas las cosas. Como no ha nacido nunca, tampoco morirá..."

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