Querido Ser Humano: La voz del alma susurra, canta nanas con
dulzura, musita oraciones, mantras y secretos. Dice palabras de amor al oído.
Ruega, pide permiso, da las gracias. Lo que vine del alma es sencillo, fluye
como un llanto leve, como un rio pequeño…
Pregúntate de donde viene todo lo que te llegue en forma de
orden, grito o imposición, observa de
quién y de donde viene, que pretende y si eres tú el que ha de escucharlo. Las
grandes verdades apenas necesitan de palabras, ya te habitan.
Dedica un ratito de tus horas a escuchar la voz de tu alma.
Teresa Delgado © 2014
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