lunes, 1 de mayo de 2017

DÍA DEL TRABAJADOR





El trabajo no nos dignifica, nos da la oportunidad de poner en práctica nuestros dones para nosotros y para el mundo, por eso debería poder realizarse de una manera agradable, humana, justa y sencilla. Todo el mundo debería tener un trabajo. Cuando se da se recibe en la misma medida. Si uno deja en el trabajo su energía y su tiempo debería recibir el fruto de ello. Si uno renuncia a cosas tan importantes como atender personalmente a sus hijos, ( en el caso de las mujeres gestarlos sosegadamente ,amamantarlos,criarlos adecuadamente, acompañarlos, verlos crecer, esto último también derecho de los padres) o sus mayores y en ocasiones hasta a si mismos, en muchos casos a una salud óptima, sus ritmos biológicos, su vida afectiva y emocional ha de ser recompensado de manera justa.
Trabajar ha de hacernos felices y sentir plenos, de no ser así habría que empezar a plantearse en qué medida nos está utilizando el sistema, quién se está enriqueciendo a costa de nuestra valiosa energía.
A nadie se le escapa ya una realidad que confirman cada vez más estudios. Un trabajador satisfecho proporciona mayores y mejores beneficios a la empresa.
Steven Job decía: Si no trabajas por tus sueños, alguien te encontrará para que trabajes por los suyos.
Dar lo mejor de nosotros en cualquier empresa que abordemos tambien nos hace sentir plenos y debería ser la manera de abordar el contrato.
El trabajo no nos dignifica. Nos dignificamos nosotros mismos y sintiendonos dignos cualquier trabajo que realicemos lo es. 
La vida no hay que ganarla. La vida ya nos pertenece

Teresa Delgado © 2017


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