¿Por qué habitualmente se niega o se resiste la mente al Ahora? Porque no puede funcionar y permanecer en control sin el tiempo, que es pasado y futuro, así que percibe el Ahora intemporal como una amenaza. El tiempo y la mente son de hecho inseparables. Si no quieres crear más dolor para ti y para los demás, si no quieres aumentar más el residuo de sufrimiento pasado que aún vive en ti, no crees más tiempo, o al menos no más del necesario para manejar los aspectos prácticos de tu vida. ¿Cómo detener la producción de tiempo?
Termina con la ilusión del tiempo. El tiempo y la mente son inseparables. Separa el tiempo de la mente y ésta se detendrá, a menos que escojas usarla. Estar identificado con tu mente es estar atrapado en el tiempo: la compulsión de vivir casi exclusivamente a través de la memoria y de la anticipación. Esto crea una preocupación interminable con el pasado y el futuro, y una negativa a reconocer y honrar el momento presente y a permitir que sea.
La compulsión surge porque el pasado te
da una identidad y el futuro contiene la promesa de la salvación o la
realización en cualquier forma. Ambas son ilusiones. El Ahora, es lo más
precioso que hay. ¿Por qué es lo más precioso? En primer lugar, porque
es lo único. Es todo lo que hay. El presente eterno es el espacio en que
se despliega la totalidad de tu vida, el único factor que se mantiene
constante. La vida es ahora. No ha habido nunca un momento en el que tu
vida no fuera Ahora, ni lo habrá. En segundo lugar, el Ahora es el único
punto que puede llevarte más allá de los confines limitados de la
mente. Es tu único punto de acceso al reino sin tiempo y sin forma del
Ser. ¿Alguna vez has experimentado, hecho, pensado o sentido algo fuera
del Ahora? ¿Crees que alguna vez lo harás? ¿Es posible que cualquier
cosa ocurra o sea fuera del Ahora? La respuesta es obvia ¿no?
Nunca nada ocurrió en el pasado, ocurrió
en el Ahora. Nunca ocurrirá nada en el futuro; ocurrirá en el Ahora. El
gran maestro de Zen, Rinzai, para apartar la atención de sus alumnos del
tiempo, levantaba su dedo y preguntaba lentamente: “¿Qué falta en este
momento?” Una pregunta poderosa que no necesita respuesta en el nivel de
la mente. Tiene la intención de llevar tu atención profundamente al
Ahora. Una pregunta similar en la tradición Zen es esta: “Si no ahora
¿cuándo?” Convierte en práctica retirar la atención del pasado y el
futuro cuando no los necesites.
Estate presente como el observador de tu
mente, de tus pensamientos y emociones así como de tus reacciones en las
distintas situaciones. Estate al menos interesado en tus reacciones así
como en la situación o la persona que “te hace” reaccionar. Fíjate
también en la frecuencia con que tu atención está en el pasado o en el
futuro. No juzgues o analices lo que observas. Observa el pensamiento,
siente la emoción, observa la reacción. No los conviertas en un problema
personal. Sentirás entonces algo más poderoso que cualquiera de las
cosas que observas: la presencia tranquila, observadora que está más
allá del contenido de la mente, el observador silencioso.
Se necesita presencia intensa cuando
ciertas situaciones disparan una reacción con fuerte carga emocional,
como cuando tu autoimagen es amenazada, cuando surge una amenaza en tu
vida que dispara el miedo, cuando las cosas “van mal” o surge un
complejo emocional del pasado. En esos casos la tendencia es que te
vuelvas “inconsciente”. La reacción o la emoción te domine y “te
conviertas” en ella. La representas. Justificas, quitas la razón al
otro, atacas, defiendes… claro que no eres tú, es tu patrón de reacción,
la mente en su modo habitual de supervivencia. Una vez que puedas
sentir lo que significa estar presente, todo se vuelve mucho más
sencillo.
Simplemente escoge salir de la dimensión
del tiempo siempre que no sea necesario para propósitos prácticos y
trasládate más profundamente al Ahora. Esto no impide la habilidad para
usar tu mente. De hecho, la realza. Cuando uses tu mente será más aguda,
más centrada. El tiempo del reloj no se refiere únicamente a tener una
cita o a planear un viaje. Incluye aprender del pasado de forma que no
repitamos los mismos errores una y otra vez; establecer metas y trabajar
para lograrlas; predecir el futuro por medio de patrones y de leyes,
físicas, matemáticas, etcétera, aprendidas del pasado. También actuar
apropiadamente con base en nuestras predicciones. Pero incluso aquí, en
la esfera de nuestra vida práctica, donde no podemos pasar sin
referirnos al pasado y al futuro, el momento presente sigue siendo el
factor esencial.
¿Puede haber alguna duda de que el tiempo
psicológico es una enfermedad mental grave y peligrosa? ¿Cómo opera
este patrón mental en tu vida? ¿Estás tratando siempre de llegar a un
sitio diferente de donde estás? ¿La mayor parte de lo que haces es sólo
un medio para lograr un fin? ¿La realización está siempre a la vuelta de
la esquina o reducida a placeres esporádicos como el sexo, la comida,
la bebida, las drogas o las diversiones excitantes o emocionantes?
¿Estás siempre concentrado en alcanzar o perseguir algún placer o
emoción nueva? ¿Crees que si compras más cosas te sentirás más
realizado, más satisfecho o completo psicológicamente? ¿Esperas a un
hombre o una mujer que le dé sentido a tu vida?.
Toda la negatividad es causada por una
acumulación de tiempo psicológico y por la negación del presente. La
incomodidad, la ansiedad, el estrés, la preocupación – todas las formas
del miedo – son causadas por exceso de futuro y demasiado poca
presencia. La culpa, las lamentaciones, el resentimiento, las quejas, la
tristeza, la amargura y todas las formas de falta de perdón son
causadas por exceso de pasado y falta de presencia.
Algunas cosas en el pasado no salieron
como querías. Aún te resistes contra lo que ocurrió en el pasado y ahora
te estás resistiendo a lo que es. La esperanza es lo que lo mantiene en
marcha, pero la esperanza te mantiene concentrado en el futuro y este
enfoque continuo perpetúa su negación del ahora y por tanto tu
infelicidad. Tu situación vital puede estar llena de problemas – la
mayoría de ellas lo están – pero descubre si tienes algún problema en
este momento. No mañana o dentro de diez minutos, sino ahora. ¿Tienes
algún problema ahora? Cuando estás lleno de problemas, no hay espacio
para que entre algo nuevo, no hay espacio para las soluciones. Así que
siempre que puedas, abre algo de espacio, para que puedas descubrir la
vida que hay oculta en tu situación vital. Usa tus sentidos plenamente.
Estés donde estés. Mira a tu alrededor. Mira solamente, no interpretes.
Mira la luz, las formas, los colores, las texturas. Se consciente del
espacio que permite que todo sea. Escucha los sonidos; no los juzgues.
Escucha el silencio que hay bajo los sonidos. Toca algo – cualquier cosa
– y siente y reconoce su Ser. Observa el ritmo de tu respiración,
siente el aire que fluye hacia adentro y hacia fuera, siente la energía
de la vida dentro de tu cuerpo. Deja que todo sea dentro y fuera.
Permite la condición de ser de todas las cosas. Avanza profundamente
hacia el Ahora. De esa forma no habrá acumulación de “tiempo
psicológico”, que es la identificación con el pasado y proyección
compulsiva y continua hacia el futuro.
Es imposible tener un problema cuando tu
atención está completamente en el Ahora. Una situación que debe
manejarse o aceptarse, sí. Pero ¿Por qué convertirla en un problema?
Algunas personas se enfadan cuando me oyen decir -explica Eckart Tolle-
que los problemas son una ilusión. Estoy amenazando con arrebatarles su
sentido de quiénes son. Han invertido mucho tiempo en un falso sentido
de identidad. Durante muchos años, han definido inconscientemente toda
su identidad en términos de sus problemas o de su sufrimiento. ¿Qué
serían sin ellos? Para darte cuenta de que has sido dominado por el
tiempo psicológico, puedes usar un criterio sencillo. Pregúntate a ti
mismo: ¿Hay alegría, facilidad y liviandad en lo que hago? Si no las
hay, entonces el tiempo está ocultando el momento presente, y la vida se
percibe como una carga o un esfuerzo.
¿En ese estado de plenitud todavía
podremos o desearemos perseguir metas externas? Al estar libre del
tiempo psicológico, ya no persigues tus metas con determinación
inflexible, manejado por el miedo, la ira, el descontento o la necesidad
de convertirte en alguien. Ni te quedarás inactivo por el miedo al
fracaso, lo que para el ego es la pérdida de sí mismo. No pedirás que
las situaciones, las condiciones, los lugares o las personas te hagan
feliz, y luego sufrirás cuando no llenen tus expectativas. Se valora
todo, pero nada importa. Las formas nacen y mueren, sin embargo eres
consciente de lo eterno que hay bajo las formas. Sabes que “nada real
puede ser amenazado”. Cuando estés es tu estado de Ser ¿cómo podrás no
triunfar? ¡Ya has triunfado!.
El mejor indicador de tu nivel de
conciencia es cómo manejas los retos de la vida cuando llegan. Si no
puedes estar presente ni siquiera en circunstancias normales, tales como
cuando estás sentado solo en una habitación, caminando por el bosque o
escuchando a alguien, ciertamente no podrás permanecer consciente cuando
algo “va mal” o te enfrentas con gente o situaciones difíciles, con la
pérdida o la amenaza de pérdida.
Serás dominado por una reacción, que en
última instancia es siempre una forma de miedo, y arrastrado a la
inconsciencia profunda. Esos retos son tus pruebas. Sólo la forma en que
los resuelvas te mostrarán a ti y a los demás en qué punto estás en
cuanto a tu estado de conciencia; no el tiempo que puedes permanecer
sentado con los ojos cerrados o qué visiones tienes. Convierte en un
hábito monitorear tu estado mental-emocional por medio de la observación
de ti mismo. “¿Estoy tranquilo en este momento?” es, una buena pregunta
para que te la hagas frecuentemente. O puedes preguntar: “¿Qué está
ocurriendo en mí en este momento?” Estate al menos tan interesado en lo
que pasa en tu interior como en lo que ocurre fuera. Si tu interior está
bien, lo exterior estará en orden. La realidad primaria está dentro, la
secundaria fuera. Pero no contestes estas preguntas inmediatamente.
Dirige tu atención hacia adentro. ¿Qué clase de pensamientos está
produciendo tu mente? ¿Qué sientes? Dirige tu atención hacia el cuerpo.
¿Hay alguna tensión? En cuanto detectes que hay un poco de desasosiego,
observa en qué forma estás evitando, resistiéndote o negando la vida, al
negar el Ahora.
Hay muchas formas en las que las personas
se resisten inconscientemente al momento presente. ¿Te estás
resistiendo a tu aquí y ahora? Algunas personas preferirían estar
siempre en otro lugar. Su “aquí” nunca es satisfactorio. Por medio de la
observación de ti mismo, descubre si es el caso en tu vida. Dondequiera
que estés, estate plenamente allí. Si encuentras tu aquí y ahora
intolerable y te hace infeliz, tiene tres opciones: apártate de la
situación, cámbiala o acéptala totalmente. Si quieres tomar la
responsabilidad de tu vida, debes escoger una de esas tres opciones y
debes escoger ahora. Después acepta las consecuencias, sin excusas, sin
negatividad, sin contaminación psíquica. Mantén tu espacio interior
despejado.
Date cuenta profundamente de que el
momento presente es todo lo que tienes. Haz del Ahora el foco primario
de tu vida. Mientras que antes habitabas en el tiempo y hacías breves
visitas al Ahora, establece tu residencia en el Ahora y haz breves
visitas al pasado y al futuro cuando se requieran para manejar los
asuntos prácticos de la vida. Di siempre “sí” al momento presente. ¿Qué
podría ser más fútil, más demente, que crear resistencia interior a algo
que ya es? ¿Qué podría ser más demente que oponerse a la vida misma,
que es ahora y siempre ahora? Ríndete a lo que es. Di “sí” a la vida, y
observa cómo ésta empieza súbitamente a funcionar a tu favor y no en tu
contra. ¿A qué estás esperando para empezar a vivir?
Tomado de:
https://biblioterapeuta.wordpress.com/2017/02/13/la-ilusion-del-tiempo-el-poder-del-ahora-iii/