Tenemos dos lados diferenciados en nuestra personalidad, el Niño y el Adulto. Cuando están bien conectados todo funciona muy bien. Tenemos que escuchar al niño que fuimos un día y que todavía existe en nuestro interior. Ese niño es nuestra esencia , el entiende de importancia de divertirse de disfrutar de cada momento . Si no perdemos contacto con ese niño, no perderemos el contacto con la vida .
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