domingo, 14 de enero de 2018

EL TIEMPO



¿Por qué habitualmente se niega o se resiste la mente al Ahora? Porque no puede funcionar y permanecer en control sin el tiempo, que es pasado y futuro, así que percibe el Ahora intemporal como una amenaza. El tiempo y la mente son de hecho inseparables. Si no quieres crear más dolor para ti y para los demás, si no quieres aumentar más el residuo de sufrimiento pasado que aún vive en ti, no crees más tiempo, o al menos no más del necesario para manejar los aspectos prácticos de tu vida. ¿Cómo detener la producción de tiempo?
 Termina con la ilusión del tiempo. El tiempo y la mente son inseparables. Separa el tiempo de la mente y ésta se detendrá, a menos que escojas usarla. Estar identificado con tu mente es estar atrapado en el tiempo: la compulsión de vivir casi exclusivamente a través de la memoria y de la anticipación. Esto crea una preocupación interminable con el pasado y el futuro, y una negativa a reconocer y honrar el momento presente y a permitir que sea.
La compulsión surge porque el pasado te da una identidad y el futuro contiene la promesa de la salvación o la realización en cualquier forma. Ambas son ilusiones. El Ahora, es lo más precioso que hay. ¿Por qué es lo más precioso? En primer lugar, porque es lo único. Es todo lo que hay. El presente eterno es el espacio en que se despliega la totalidad de tu vida, el único factor que se mantiene constante. La vida es ahora. No ha habido nunca un momento en el que tu vida no fuera Ahora, ni lo habrá. En segundo lugar, el Ahora es el único punto que puede llevarte más allá de los confines limitados de la mente. Es tu único punto de acceso al reino sin tiempo y sin forma del Ser. ¿Alguna vez has experimentado, hecho, pensado o sentido algo fuera del Ahora? ¿Crees que alguna vez lo harás? ¿Es posible que cualquier cosa ocurra o sea fuera del Ahora? La respuesta es obvia ¿no?
Nunca nada ocurrió en el pasado, ocurrió en el Ahora. Nunca ocurrirá nada en el futuro; ocurrirá en el Ahora. El gran maestro de Zen, Rinzai, para apartar la atención de sus alumnos del tiempo, levantaba su dedo y preguntaba lentamente: “¿Qué falta en este momento?” Una pregunta poderosa que no necesita respuesta en el nivel de la mente. Tiene la intención de llevar tu atención profundamente al Ahora. Una pregunta similar en la tradición Zen es esta: “Si no ahora ¿cuándo?” Convierte en práctica retirar la atención del pasado y el futuro cuando no los necesites.
Estate presente como el observador de tu mente, de tus pensamientos y emociones así como de tus reacciones en las distintas situaciones. Estate al menos interesado en tus reacciones así como en la situación o la persona que “te hace” reaccionar. Fíjate también en la frecuencia con que tu atención está en el pasado o en el futuro. No juzgues o analices lo que observas. Observa el pensamiento, siente la emoción, observa la reacción. No los conviertas en un problema personal. Sentirás entonces algo más poderoso que cualquiera de las cosas que observas: la presencia tranquila, observadora que está más allá del contenido de la mente, el observador silencioso.
Se necesita presencia intensa cuando ciertas situaciones disparan una reacción con fuerte carga emocional, como cuando tu autoimagen es amenazada, cuando surge una amenaza en tu vida que dispara el miedo, cuando las cosas “van mal” o surge un complejo emocional del pasado. En esos casos la tendencia es que te vuelvas “inconsciente”. La reacción o la emoción te domine y “te conviertas” en ella. La representas. Justificas, quitas la razón al otro, atacas, defiendes… claro que no eres tú, es tu patrón de reacción, la mente en su modo habitual de supervivencia. Una vez que puedas sentir lo que significa estar presente, todo se vuelve mucho más sencillo.
Simplemente escoge salir de la dimensión del tiempo siempre que no sea necesario para propósitos prácticos y trasládate más profundamente al Ahora. Esto no impide la habilidad para usar tu mente. De hecho, la realza. Cuando uses tu mente será más aguda, más centrada. El tiempo del reloj no se refiere únicamente a tener una cita o a planear un viaje. Incluye aprender del pasado de forma que no repitamos los mismos errores una y otra vez; establecer metas y trabajar para lograrlas; predecir el futuro por medio de patrones y de leyes, físicas, matemáticas, etcétera, aprendidas del pasado. También actuar apropiadamente con base en nuestras predicciones. Pero incluso aquí, en la esfera de nuestra vida práctica, donde no podemos pasar sin referirnos al pasado y al futuro, el momento presente sigue siendo el factor esencial.
¿Puede haber alguna duda de que el tiempo psicológico es una enfermedad mental grave y peligrosa? ¿Cómo opera este patrón mental en tu vida? ¿Estás tratando siempre de llegar a un sitio diferente de donde estás? ¿La mayor parte de lo que haces es sólo un medio para lograr un fin? ¿La realización está siempre a la vuelta de la esquina o reducida a placeres esporádicos como el sexo, la comida, la bebida, las drogas o las diversiones excitantes o emocionantes? ¿Estás siempre concentrado en alcanzar o perseguir algún placer o emoción nueva? ¿Crees que si compras más cosas te sentirás más realizado, más satisfecho o completo psicológicamente? ¿Esperas a un hombre o una mujer que le dé sentido a tu vida?.
Toda la negatividad es causada por una acumulación de tiempo psicológico y por la negación del presente. La incomodidad, la ansiedad, el estrés, la preocupación – todas las formas del miedo – son causadas por exceso de futuro y demasiado poca presencia. La culpa, las lamentaciones, el resentimiento, las quejas, la tristeza, la amargura y todas las formas de falta de perdón son causadas por exceso de pasado y falta de presencia.
Algunas cosas en el pasado no salieron como querías. Aún te resistes contra lo que ocurrió en el pasado y ahora te estás resistiendo a lo que es. La esperanza es lo que lo mantiene en marcha, pero la esperanza te mantiene concentrado en el futuro y este enfoque continuo perpetúa su negación del ahora y por tanto tu infelicidad. Tu situación vital puede estar llena de problemas – la mayoría de ellas lo están – pero descubre si tienes algún problema en este momento. No mañana o dentro de diez minutos, sino ahora. ¿Tienes algún problema ahora? Cuando estás lleno de problemas, no hay espacio para que entre algo nuevo, no hay espacio para las soluciones. Así que siempre que puedas, abre algo de espacio, para que puedas descubrir la vida que hay oculta en tu situación vital. Usa tus sentidos plenamente. Estés donde estés. Mira a tu alrededor. Mira solamente, no interpretes. Mira la luz, las formas, los colores, las texturas. Se consciente del espacio que permite que todo sea. Escucha los sonidos; no los juzgues. Escucha el silencio que hay bajo los sonidos. Toca algo – cualquier cosa – y siente y reconoce su Ser. Observa el ritmo de tu respiración, siente el aire que fluye hacia adentro y hacia fuera, siente la energía de la vida dentro de tu cuerpo. Deja que todo sea dentro y fuera. Permite la condición de ser de todas las cosas. Avanza profundamente hacia el Ahora. De esa forma no habrá acumulación de “tiempo psicológico”, que es la identificación con el pasado y proyección compulsiva y continua hacia el futuro.
Es imposible tener un problema cuando tu atención está completamente en el Ahora. Una situación que debe manejarse o aceptarse, sí. Pero ¿Por qué convertirla en un problema? Algunas personas se enfadan cuando me oyen decir -explica Eckart Tolle- que los problemas son una ilusión. Estoy amenazando con arrebatarles su sentido de quiénes son. Han invertido mucho tiempo en un falso sentido de identidad. Durante muchos años, han definido inconscientemente toda su identidad en términos de sus problemas o de su sufrimiento. ¿Qué serían sin ellos? Para darte cuenta de que has sido dominado por el tiempo psicológico, puedes usar un criterio sencillo. Pregúntate a ti mismo: ¿Hay alegría, facilidad y liviandad en lo que hago? Si no las hay, entonces el tiempo está ocultando el momento presente, y la vida se percibe como una carga o un esfuerzo.
¿En ese estado de plenitud todavía podremos o desearemos perseguir metas externas? Al estar libre del tiempo psicológico, ya no persigues tus metas con determinación inflexible, manejado por el miedo, la ira, el descontento o la necesidad de convertirte en alguien. Ni te quedarás inactivo por el miedo al fracaso, lo que para el ego es la pérdida de sí mismo. No pedirás que las situaciones, las condiciones, los lugares o las personas te hagan feliz, y luego sufrirás cuando no llenen tus expectativas. Se valora todo, pero nada importa. Las formas nacen y mueren, sin embargo eres consciente de lo eterno que hay bajo las formas. Sabes que “nada real puede ser amenazado”. Cuando estés es tu estado de Ser ¿cómo podrás no triunfar? ¡Ya has triunfado!.
El mejor indicador de tu nivel de conciencia es cómo manejas los retos de la vida cuando llegan. Si no puedes estar presente ni siquiera en circunstancias normales, tales como cuando estás sentado solo en una habitación, caminando por el bosque o escuchando a alguien, ciertamente no podrás permanecer consciente cuando algo “va mal” o te enfrentas con gente o situaciones difíciles, con la pérdida o la amenaza de pérdida.
Serás dominado por una reacción, que en última instancia es siempre una forma de miedo, y arrastrado a la inconsciencia profunda. Esos retos son tus pruebas. Sólo la forma en que los resuelvas te mostrarán a ti y a los demás en qué punto estás en cuanto a tu estado de conciencia; no el tiempo que puedes permanecer sentado con los ojos cerrados o qué visiones tienes. Convierte en un hábito monitorear tu estado mental-emocional por medio de la observación de ti mismo. “¿Estoy tranquilo en este momento?” es, una buena pregunta para que te la hagas frecuentemente. O puedes preguntar: “¿Qué está ocurriendo en mí en este momento?” Estate al menos tan interesado en lo que pasa en tu interior como en lo que ocurre fuera. Si tu interior está bien, lo exterior estará en orden. La realidad primaria está dentro, la secundaria fuera. Pero no contestes estas preguntas inmediatamente. Dirige tu atención hacia adentro. ¿Qué clase de pensamientos está produciendo tu mente? ¿Qué sientes? Dirige tu atención hacia el cuerpo. ¿Hay alguna tensión? En cuanto detectes que hay un poco de desasosiego, observa en qué forma estás evitando, resistiéndote o negando la vida, al negar el Ahora.
Hay muchas formas en las que las personas se resisten inconscientemente al momento presente. ¿Te estás resistiendo a tu aquí y ahora? Algunas personas preferirían estar siempre en otro lugar. Su “aquí” nunca es satisfactorio. Por medio de la observación de ti mismo, descubre si es el caso en tu vida. Dondequiera que estés, estate plenamente allí. Si encuentras tu aquí y ahora intolerable y te hace infeliz, tiene tres opciones: apártate de la situación, cámbiala o acéptala totalmente. Si quieres tomar la responsabilidad de tu vida, debes escoger una de esas tres opciones y debes escoger ahora. Después acepta las consecuencias, sin excusas, sin negatividad, sin contaminación psíquica. Mantén tu espacio interior despejado.
Date cuenta profundamente de que el momento presente es todo lo que tienes. Haz del Ahora el foco primario de tu vida. Mientras que antes habitabas en el tiempo y hacías breves visitas al Ahora, establece tu residencia en el Ahora y haz breves visitas al pasado y al futuro cuando se requieran para manejar los asuntos prácticos de la vida. Di siempre “sí” al momento presente. ¿Qué podría ser más fútil, más demente, que crear resistencia interior a algo que ya es? ¿Qué podría ser más demente que oponerse a la vida misma, que es ahora y siempre ahora? Ríndete a lo que es. Di “sí” a la vida, y observa cómo ésta empieza súbitamente a funcionar a tu favor y no en tu contra. ¿A qué estás esperando para empezar a vivir?

Tomado de:
https://biblioterapeuta.wordpress.com/2017/02/13/la-ilusion-del-tiempo-el-poder-del-ahora-iii/

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