martes, 15 de marzo de 2022



 Las diosas obscenas.-
Hay un ser que habita en el subsuelo salvaje de la naturaleza femenina.
Esta criatura es nuestra naturaleza sensorial y, como cualquier criatura integral, tiene sus propios ciclos naturales y nutritivos.
Este ser es inquisitivo, amante de la relación, a veces rebosa energía y otras permanece en estado de reposo.
Reacciona a los estímulos sensoriales: la música, el movimiento, la comida, la bebida, la paz, el silencio, la belleza, la oscuridad.
Este aspecto de la mujer es el que posee calor.
No un calor del tipo “Vamos a acostarnos, nena”, sino un fuego subterráneo cuyas llamas suben y bajan cíclicamente.
A partir de la Energía que allí se libera, la Mujer actúa según le parece. El calor de la mujer no es un estado de excitación sexual sino un estado de intensa Conciencia Sensorial que incluye su Sexualidad, pero no se limita a ésta...

-Clarissa Pinkola. Mujeres que corren con lobos
capítulo 11: "El Calor: la recuperación de la sexualidad sagrada"




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